El Colegio homenajeó el viernes 4 de septiembre de 2015, a los Colegas que cumplieron cuarenta años de ejercicio profesional, en el salón Auditorium de Acasssuso 424.
En la ceremonia fueron llamados para ser públicamente reconocidos y saludados personalmente por el Sr. Presidente del Colegio, Dr. Guillermo Ernesto Sagués, acompañado por el Sr. Secretario Dr. Juan Fermín Lahitte y otros Consejeros. (Si desea consultar el listado, haga click aquí)
Concluidos los saludos de estilo y entrega de certificados, dirigiéndose a los colegas y ante la circunstancia de merecer él mismo el diploma que acredita 40 años de profesión, destacó el Dr. Sagués que aun siendo Presidente del Colegio, dicha connotación no le restaba la emoción propia de ese reconocimiento. Por eso, cuando se homenajea a los demás colegas, agregó, puede mirarse de lejos, pero ahora es el momento de hacer un repaso de la propia vida profesional como así también de la del país.
En 1975, explicó, fue una época complicada, “en la que acontecieron muchas cosas, en medio de una violencia desenfrenada y que significó que al poco tiempo de egresados tuvieran que asimilar de qué trataba realmente la teoría de la imprevisión que predicaba Borda, por ejemplo; la ley de contrato de trabajo se vendía en los trenes; qué era una deuda de valor a diferencia de una de dinero…tiempos duros en que se controlaba lo que se leía o no se leía, en que olvidarse de portar el documento de identidad podía ser el inicio del camino al calabozo. “
“Otros capítulos se labraron más tarde: la indexación, la actualización, la emergencia, las Cortes Supremas amigas, o adictas o más menos. Los tiempos de la obediencia debida, del juicio final, las amnistías. “
Todos los días el sistema de Derecho dejó en claro que es el sistema único e irremplazable mediante la vigencia de la Constitución, para vivir en paz.
Cuando la inflación se terminó se consideró que los culpables del costo de la emergencia fueron los abogados.
Sin embargo, la ciudadanía no golpeó las puertas de los cuarteles. Fueron los abogados quienes firmaron doscientos mil amparos, acotó.
Enfatizó que después de cuarenta años, los abogados seguimos apostando por el derecho, y aunque un poco escépticos, continuamos siendo optimistas por luchar por el derecho del otro, buscando la justicia en cada escrito. Aunque hasta nos hayan cambiado el Código y tengamos que volver a estudiar; y si en el futuro ni siquiera habrá expedientes en soporte de papel y los edificios de Tribunales vayan a desaparecer, eso no nos asusta, aclaró.
“Estamos, tal vez, un poco conmovidos, aunque convencidos de que vamos a continuar por la misma senda rectora de la justicia, la ley y el derecho.
Con esta pequeña reseña, hacemos una pausa; observamos que nos queda la satisfacción de haber educado a nuestros hijos con mayor civilidad, con mayor libertad, que será legado para nuestros nietos: a los cuales tenemos la esperanza de que vivan en una sociedad más justa, abierta y civilizada, sin olvidar, que somos los abogados siempre los que debemos velar por que así sea.”
A continuación, el Dr. Juan Santiago Pipiu se acercó solicitando la palabra. Fue para agradecer la gentileza del Colegio de reconocer a sus pares tras cuarenta años de profesión, destacando esa actitud como solidaria, sobre todo en tiempos de cierta deshumanización, expresando sentirse muy reconfortado, máxime cuando la profesión de abogado si bien se ejerce en aras de la paz, suele ser de una gran soledad, por lo que nuevamente reiteró su gratitud.
Luego se invitó a a los presentes a brindar en la plaza seca de la planta baja.